lunes, 25 de julio de 2011

No podrás conmigo...



No sé por qué te fijaste en mí,
si yo de ti nunca quise nada…
Llegaste sin avisar, no te intuí...
Mi vida la quieres destrozada...

Te da igual quien soy o sea,
si estoy cargada de bondad,
si soy feliz o si soy buena…
Y solo buscas lucha y pelea.
Abusando de tu ruin maldad
y riéndote con saña de mi pena

Lucha, mucha vas a tener,
mientras con fuerzas me vea.
Ahora te quiero vencer
y sacarte de mi como sea.

Me has valido de mucho.
Ahora sé lo que vale mi vida
y hasta el último cartucho,
será para parar tu embestida.

Para que de mi te olvides
y te des cuenta de tu malicia.
Y allá en donde tú anides,
se destruya tu inmundicia.

Todos me apoyan, animan y quieren
a ti no te quieren nada, ni nombrar.
Lucharé hasta por los que mueren,
por los que no te puedan superar.

Y allá de donde vienes o vengas
te vamos entre todos a mandar.
No mires atrás y no te detengas
daño no nos podrás ya causar.

Ganaremos la batalla perdida.
Esa guerra que nos haces llevar…
La humanidad quiere tu partida.
¡No dejaremos nunca de luchar…!
Hasta que no te lleves ni una vida
y te podamos destruir y olvidar…

Európides

sábado, 23 de julio de 2011

Sentirte cerca...





Quise refrescarme de ti…
Y sentirte cerca en mi piel…
Sentir la brisa cerca de mi,
así como me susurraba él.

Pura agua fresca que decía…
“Estoy cerca, contigo vida mía...
Acariciándote suavemente,
recordándote felizmente,
amándote cada segundo,
olvidándome hasta del mundo
sin sacarte de mi mente…”

Deseé ser tuya un momento
y descubrir todo el encanto
que nos regala el firmamento.
Con olas que tras su llanto
y hasta parando los vientos,
me transmiten con su canto
ese amor que por ti siento.

Európides

miércoles, 20 de julio de 2011

Exceso de amor


Qué pequeña es la Luna
e insignificante es el mar…
O del desierto una duna…
O del universo un lugar…

Antes, la luna era inmensa.
Y hasta el mar inagotable.
O esa arena tan extensa…
O ese cielo, inacabable…

O la fuerza de los vientos
que erosionan a su paso.
O las lluvias torrenciales,
las que anuncian el ocaso.

Nada hay ni es tan grande
y todo se queda pequeño,
hasta el camino que ande
o el despertar de mi sueño…

O tesoro perdido ex profeso.
Cuando colmado en excesos
e inmerso de mis sueños vengo,
por ese gran amor que te tengo,
solo calmado por tus besos,

¿Qué es el mar, el sol o la luna,
ante el amor que yo te puedo dar,
si eres mi vida, mi gran fortuna
y como tú, jamás habrá ninguna
que me quiera o pueda enamorar…?

Európides

lunes, 18 de julio de 2011

Dame tu alma…



Mi alma en pena llora por tu amor
y por tu ausencia…
Mi mente inquieta yace e implora
por tu presencia…
Mi llanto clama en esta vida
por tu esencia…
Mi ruego lágrimas derrama
por tu clemencia…

Dame tu alma y dame tu encanto
porque hasta mi mente está contigo.
Deja que hasta ti llegue mi llanto.
Deja dar sentido a lo que digo.

Dame de los pintores sus marcos.
Dame de los actores sus guiones
Dame de los piratas sus barcos.
Dame de las almas corazones.

Siente conmigo siempre alegría.
Siente conmigo todas las penas.
Siente mi mirada cada día.
Siente lo que corre por mis venas.

Enciende esa luz que te ilumina.
Enciende esa senda y camina.
Enciende esa vela que nos calma.
Enciende esa farola de tu alma.

Európides

viernes, 8 de julio de 2011

El besiabrazo


Aquel día no era un día cualquiera…
Estaba raro, algo había que necesitaba.
Triste estaba y no sabía por qué era,
pero ansioso e impaciente lo esperaba.

Me fijé por la calle en la gente
y pensé que parecía que no estaba…
Estaba casi absorto, como ausente…
Cabizbajo y alicaído caminaba…

La multitud se agolpaba de repente.
Mucha gente sonreía y se acercaba.
Parecía como si estuviera presente,
la alegría o quien casi los amaba…

“¡Comparte un abrazo conmigo
o dame algún beso por favor…!
Sé que aún no eres mi amigo,
pero hoy repartimos amor.”

Me quedé muy sorprendido.
Hasta mi rostro al pronto cambió,
Ahora feliz que he recibido,
ese beso y ese abrazo que me dio.
Lo ansiaba y es bienvenido.
Mi vida así me ha sonreído.
Beso y abrazo compartido,
beso y abrazo cuando me vio…

Ahora aquí los sigo repartiendo.
Besos y abrazos a quien lo pide.
Besiabrazo, feliz y sonriendo.
Cariño y amor que no se mide.
Besiabrazo, es lo que pega.
Besiabrazo para el que llega
Besiabrazo al que se despide.

Ahora estiro mis brazos
y sonrío, estoy contento.
Ven y dame un besiabrazo.
¡Que se vaya tu lamento…!

Európides

sábado, 2 de julio de 2011

Me preguntas, mi amor…



A veces las preguntas rompen nuestra calma.
Alguna se adivina y no es sencillo el descifrar,
porque cada respuesta, la llevamos en el alma
y nuestro pensamiento, nos invita a recordar…


Como fina lluvia, que al caer moja ese prado.
Como fina hierba, que fresca y verde brota.
Como ese sol que cada día sale y asomado,
ilumina el lindo cielo y a la noche deja rota.


Como un imán que siempre con fuerza atrae.
Como suave brisa que de pronto te acaricia.
Como agua clara que al mirarla te distrae
y que al beberla con sed, se asemeja a una delicia.


Como montaña, que parece que se eleva.
Como una señal, que aparece en el camino.
Como talismán, que a la suerte siempre lleva
y que con su poder nos transporta a lo divino.


Como esa luna que cada noche nos ilumina.
Como esa luz que tenue y suave nos evade.
Como esa flecha de amor que nos fulmina
e invita a amarnos y de sueños nos invade.


Así eres tú, mi amor, definirte jamás podría.
Oculta en tu vida, casi envuelta en un manto,
colmado de amor que hace que te quiera tanto…
Así eres tú, mi amor y no sabes cuanto daría,
para definir con una palabra todo tu encanto…
Maravillosa sí, pero muy corto me quedaría.
Preciosa sí, pero la belleza a tu lado perdería.
Ya no se apreciaría, solamente por su llanto…


Tal vez podría decirte " mi universo" y lo seas…
De otro modo o forma, no podría llamarte.
Porque cuando se busca lo que tanto deseas
¿A dónde podría mirar para poder encontrarte?
¿A dónde se iría mi alma para que me veas?
¿En dónde estarías mi vida, para poder amarte?
¿A dónde mandaría los versos para que leas,
que hasta mi vida, mi corazón y el alma, quiero darte?

A. S. Pérez

LLENARSE DE OTOÑO

Cuando una vida  se llena de otoño,  deja su mirada  en algún lugar... Y queda como casi encantada,  como en espera de ser a...