viernes, 9 de agosto de 2013

Dolor de abandonado





Como esclavo me vendieron
y ya no estaría encerrado,
ni en una urna mostrado
como muchos allí siguieron.

La alegría de la casa era
y cuánto cariño allí sentía
de diciembre a primavera.
Eran mi familia, mi hogar
y hasta mi amo me quería.

Pronto empecé a molestar
y nunca supe por qué motivo.
Solo quise a todos agradar
y ser como un hijo adoptivo.
Nunca me atreví ni a ladrar.
Fui muy noble y no agresivo.
Ahora me quieren dejar
y ya no sé ni por qué vivo.

Un día muy hermoso de verano
cuando me bajaron de su coche,
pensé que era un juego, fue en vano
y allí esperé, sin ningún reproche.

Pasaban los días y ya no volvían
mientras yo seguía aún esperanzado
mi corazón y el alma se me morían
al verme triste, solo y abandonado.

(A. S. Pérez)

1 comentario:

  1. Tal vez el motivo por el que a algunos sólo le gusten los perros y ningún animal más sea porque son incapaces de mostrar siquiera un ápice de la fidelidad que tiene tan noble animal.

    Precioso poema.

    Un saludo.

    ResponderEliminar

Dímelo aquí

LLENARSE DE OTOÑO

Cuando una vida  se llena de otoño,  deja su mirada  en algún lugar... Y queda como casi encantada,  como en espera de ser a...