Qué pequeña es la Luna
e insignificante es el mar…
O del desierto una duna…
O del universo un lugar…
Antes, la luna era inmensa.
Y hasta el mar inagotable.
O esa arena tan extensa…
O ese cielo, inacabable…
O la fuerza de los vientos
que erosionan a su paso.
O las lluvias torrenciales,
las que anuncian el ocaso.
Nada hay ni es tan grande
y todo se queda pequeño,
hasta el camino que ande
o el despertar de mi sueño…
O tesoro perdido ex profeso.
Cuando colmado en excesos
e inmerso de mis sueños vengo,
por ese gran amor que te tengo,
solo calmado por tus besos,
¿Qué es el mar, el sol o la luna,
ante el amor que yo te puedo dar,
si eres mi vida, mi gran fortuna
y como tú, jamás habrá ninguna
que me quiera o pueda enamorar…?
Európides
El poema es una delicia...Me encanta. Un abrazo
ResponderEliminarHola Leonor, muchas gracias, me alegro de que te guste...
ResponderEliminar¡Un abrazo...!
No te parece que exageras.. un poco, ja, ja,ja..
ResponderEliminares broma..
Un beso
Hola Estrella. Puede que así sea, pero a quien llega a ser tocado por la llama del amor, no hay nada más grande que aquello que de sus sentimientos aflora.
ResponderEliminarEs difícil el llegar sentir un exceso de amor. Se tienen que cumplir ciertos parámetros que tal vez hagan esos amores imposibles o que estén dificultados por circunstancias ajenas a la voluntad de ambos enamorados.
Ya sé que es broma, porque estoy seguro que sabes, que el amor, está muy por encima de muchas otras cosas. Es un sentimiento tan profundo, que estando inmerso en él, es casi imposible salir y causa estragos en quienes por una razón u otra, no es correspondido o premiado con su beneplácito... :)
Besos...!
"si eres mi vida mi gran fortuna y como tu no habrá ninguna "... sencillamente hermoso ¡¡¡mi gustar mucho
ResponderEliminarHola Anonimo, muchas gracias. Realmente cuando llega el amor, es difícil encontrar o hallar a otra persona que haga sentir lo mismo.
ResponderEliminarSaludos.