miércoles, 17 de julio de 2013

NUBE Y LUNA





Más de mil gaviotas volaban
porque no encontraban la costa.
La Luna y el Sol se ocultaban.
Parecía que lo hicieran a posta.

Miles de peces se escondían
cuando mil gaviotas divisaron.
Y todos los peces que huían,
sus noches y días acabaron.

Si el Sol no se hubiera ocultado
y al mar la Luna diera su reflejo,
esa tierra hubieran encontrado
y los peces salvado su pellejo.

Qué mal lo pasaría la nube aquella
cuando de una pesadilla despertaba.
Vio a los peces y a esa Luna tan bella
y los salvó cuando ella se apartaba.

Y así se pudo la bella Luna asomar
cuando el Sol llorando ya se ocultaba.
La Luna dio todo su brillo para el mar
y su reflejo a esos peces los salvaba.

(A. S. Pérez)

 El estar en el justo momento y en el lugar oportuno, puede hacer cambiar cualquier acontecimiento tanto de forma positiva, como negativa. Un simple segundo, puede dar un giro radical a nuestras vidas. Os dejo este pequeño poema cuento que trata sobre este tema.

2 comentarios:

  1. El poema anterior me ha gustado mucho, pero este tanto o más, y siempre nos dejas un regusto a que en la naturalaza hay mezcla de dolor y balleza puesto que es la vida misma.
    Preciosos tus versos a la luna, mar, gaviotas y pececillos, gracias Agus.
    Un abrazo.
    Ambar

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  2. Hola Ambar.

    Muchas gracias y me alegro mucho de que te guste. De vez en cuando me gusta darle vida y pensamiento a todo lo que nos rodea. Es como llenar de fantasía un espacio vacío o crear un mundo paralelo en donde los sentimientos juegan y llevan un papel importante.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar

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