Momentos para pensar
que no quiero ni vivir.
Momentos para llorar
e instantes de decidir.
Ya no sé ni lo que quiero
y tengo ganas de morir.
El mundo se me cae entero
y solo me espera el sufrir.
Daría a luz pero no puedo,
no puedo con esa carga.
Vacía por dentro me quedo.
La vida ahora me amarga.
(A. S. Pérez)
Tremendo poema, desgarradora confesión. Y claro, cómo no conmoverme si hoy me siento exactamente así. No debemos ser la excepción, en general, el escritor tiene una vida casi oscura, dolorosa, cargando en su espalda, en su alma, mucho dolor. Tal vez sea eso lo que nos lleve a escribir, como una catarsis, un desahogo fugaz. Felicitaciones, poeta, supiste plasmar muy bien esa parte recóndita que nos agobia. Un abrazo desde Argentina.
ResponderEliminarHola Myriam, un placer saludarte de nuevo.
ResponderEliminarEs lo que dices, a quienes tratamos de plasmar los sentimientos a través de la poesía, nos toca o bien vivir esa experiencia o conocer perfectamente lo que otra persona pueda sentir y luego intentar expresarlo. No es fácil en muchos casos pues el dolor, la pena o el entusiasmo o la alegría, es muy difícil de definir y mucho menos valorarla con exactitud, pero bueno, se intenta y a veces se consigue, por lo que agradezco enormemente tu comentario al hacerme saber que en cierto modo, te puedas sentir así. Pero por otra parte espero que sea algo pasajero y que pronto veas las cosas de otra manera y te sientas mejor.
Un abrazo y muchas gracias. :)