viernes, 10 de febrero de 2012

En tu recuerdo


¡Que pena sentí al verte…!
Te encontré tan asustado,
tan triste y tan acabado,
que querías huir y perderte,
que querías irte de mi lado
y seguir con tu mala suerte…

¡Que tristeza me invadía…!
Pensando en qué te hicieron.
Viendo cerca tu agonía,
esa trampa que tendieron
con malicia y sangre fría…

¡Qué rabia me dio aquello…!
Imaginando tu gran dolor.
cuando cortaban tu pelo
con tu piel ensangrentada,
olvidando el gran amor,
que a tu amo, tú por nada,
le entregabas sin rencor…

¡Qué lastima sentí aquel día…!
Cuando te quise mimar y curar,
cuando mi cariño tú sentías.
Nuevo amo, el que tú querías.
Al que tú deseabas cuidar.
Era tarde, muy tarde y ya morías…
Y eso, nadie lo pudo evitar…

Európides

Este poema, forma parte de una historia real, en la que un salvaje dueño, peló a su perro a tijeretazos, sin importarle el cortar su carne y su piel y luego fue abandonado. 

Lo encontró una señora en circunstancias extremas, enfermo, dolorido y desnutrido...

Y tras llevarlo al veterinario, pudieron curar sus heridas, pero al poco tiempo, este buen compañero y amigo, murió…

Realmente, la tristeza que desprendía y ese miedo a todo, lo reflejaba fielmente su rostro. Su cara, era de por sí un poema…

Sirva este poema como muestra y homenaje a todas las mascotas que en su día, fueron maltratadas y siguen siendo maltratadas, por quienes son sin lugar a dudas, mucho más animales que ellos.

6 comentarios:

  1. Euro..que mal... lo que está pasando con estos animales tan entregados, tan buenos, tan nobles tan cercanos a nosotros.
    besos

    ResponderEliminar
  2. Hola Estrella. Es verdad... Ellos siempre están ahí para recibirnos, para ponerse contentos por nosotros, nos dan compañia y ayudan a combatir la soledad a cambio de muy poco. Sin embargo, hay "personas", que no son dignas de tenerlos porque se portan muy mal con ellos sin ninguna razón.

    En sus conciencias quede y ojalá que algún día, no sufran el abandono o la dejadez con la que distinguen a sus propias mascotas.

    La humanidad debe cambiar todavía mucho para mejorar en su conjunto y aprender a amar a todos los seres vivos sin distinción...

    Besos.

    ResponderEliminar
  3. No entiendo como se puede hacer daño a un animal tan noble como el perro. Yo siempre he tenido y tengo, animales de compañía en mi casa, y son parte de la familia.
    Tu poema...¡¡Precioso, como todos los tuyos!! Un abrazo querido amigo...

    ResponderEliminar
  4. Hola Espe. Me alegro de verte por aquí y me alegro de que te haya gustado... :)

    Yo tampoco entiendo cómo puede haber gente, que se dedique a hacer daño a los animales. Y es que además, como bien dices, estas mascotas, llega un momento en que se integran en la familia y son uno más. Cos sus limitaciones, pero uno más, llegándose a querer más, que a muchos otros familiares u otras personas, aunque parezca una barbaridad decirlo.

    Por eso no entiendo que alguien, sea capaz de hacerles daño, porque al igual que se lo hacen a estos animales, son capaces de hacerlo a cualquier persona.

    Yo también tengo una perrita y es una más de la familia. Ahora, mientras escribo, está pegada a mi, a mi lado, haciéndome incondicional compañía como siempre...

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  5. Es muy grato estar nuevamente por aquí.
    Una entrada bastante melancólica, sobretodo para los que queremos a las mascotas.
    Yo tengo una gatita y no soportaría que la maltrataran.
    Hermoso y sentimental post.
    Me gustaría verte por mi espacio.
    Un abrazo y nuevamente... bienvenido.

    www.nurinotas.com

    ResponderEliminar
  6. Hola Nuria Lourdes, igualmente es un placer verte por aquí.

    Efectivamente, para todos los que tenemos mascotas se nos hace muy cruda la realidad de pensar que les pudieran hacer daño y es algo que nos duele mucho.

    Pasaré en breve por tu sitio, que he estado muy mal de tiempo. :)

    Un abrazo.

    ResponderEliminar

Dímelo aquí

LLENARSE DE OTOÑO

Cuando una vida  se llena de otoño,  deja su mirada  en algún lugar... Y queda como casi encantada,  como en espera de ser a...