Amaneció un bello día
y con él llegó la mañana.
La quise disfrutar tanto,
tanto la quise disfrutar,
que sin darme apenas cuenta,
quiso la tarde hacerse notar...
Qué bonita y bella tarde,
qué tarde tan bella y bonita,
que sin darme apenas cuenta
cae la tarde y se lamenta
pues su encanto precipita
y hasta incluso alimenta
a la noche en su empezar.
Qué linda y bella noche,
qué noche más linda y bella,
que me dejó mirar a la luna
y la luna me dejó una estrella
que no dejaba de brillar…
Qué estrella más luminosa…
Qué luz tan brillante ha dejado…
Que hasta se para sin prisa
al verte a ti tan hermosa.
Y para admirarte se espera
acercándose más a tu lado,
al iluminar con tu sonrisa,
más cuando estas a su vera
y se llega a enamorar.
Európides
Que belleza!!!!
ResponderEliminarOleeeee
Besos
Hola Anna, muchas gracias.
EliminarBesos. :)
Muy lindo!!!! Muackkkkkssss
ResponderEliminarMuchas gracias Marta.
EliminarBesos.
Preciosos tus versos amigo.
ResponderEliminarTodo un elogio al paso del tiempo de la mañana a la noche y a la belleza de la sonrisa que sabe enamorar.
Un abrazo.
Ambar.
Hola Ambar, muchas gracias.
EliminarEs un pequeño homejaje a la sonrisa, que no hay que guardarla solo para algunos momentos, sino tenerla simpre dispuesta a aparecer.
Un abrazo.